15 Oct escoliosis-tratamiento-fisioterapia
La escoliosis es una alteración de la curvatura de la columna vertebral que provoca una desviación lateral acompañada, en muchos casos, de rotación de las vértebras. Aunque suele desarrollarse durante la infancia o adolescencia, también puede aparecer en adultos como consecuencia del envejecimiento, traumatismos o desequilibrios musculares.
Esta condición no siempre se asocia a dolor, pero sí puede generar síntomas físicos, posturales y funcionales que afectan la calidad de vida. En función del grado de desviación y de la etapa en la que se detecte, es posible aplicar distintos tratamientos que permiten mejorar el control postural, aliviar molestias y prevenir complicaciones. La fisioterapia tiene un papel fundamental en este abordaje, tanto preventivo como terapéutico.
La escoliosis no es simplemente una mala postura. Se trata de una deformidad estructural de la columna en la que esta adopta una forma de “S” o “C” vista desde atrás, afectando tanto a la alineación como a la simetría del cuerpo. En muchas ocasiones, esta curvatura se acompaña de rotación vertebral, lo que puede generar asimetrías visibles en hombros, escápulas o pelvis.
Existen varios tipos de escoliosis, siendo las más comunes:
Escoliosis idiopática: de causa desconocida, representa la mayoría de los casos y suele aparecer en la adolescencia.
Escoliosis congénita: debida a una malformación vertebral desde el nacimiento.
Escoliosis neuromuscular: asociada a enfermedades que afectan el tono muscular.
Escoliosis degenerativa: desarrollada en adultos mayores por desgaste articular.
Detectarla a tiempo es clave, ya que la progresión puede ser rápida durante etapas de crecimiento. En adultos, aunque suele avanzar lentamente, puede generar dolor crónico o limitaciones funcionales si no se trata adecuadamente.
En muchos casos, la escoliosis se detecta visualmente antes de que aparezcan síntomas. No siempre provoca dolor, especialmente en las fases iniciales, lo que hace que pueda pasar desapercibida durante años. Sin embargo, hay ciertos signos que pueden alertar sobre su presencia.
Algunas señales comunes incluyen:
Desnivel en los hombros o la cadera.
Asimetría en las costillas o prominencia de un omóplato.
Inclinación del tronco hacia un lado.
Dolor de espalda frecuente o sensación de rigidez.
Fatiga muscular al mantener la postura.
En casos graves, dificultad respiratoria por compromiso torácico.
Si se observa alguno de estos signos, es recomendable acudir a un profesional para realizar una evaluación postural y, si es necesario, solicitar pruebas de imagen como radiografías.
El tratamiento de la escoliosis dependerá de varios factores: la edad del paciente, el grado de curvatura, la causa y la evolución de la desviación. En muchos casos, especialmente si se detecta a tiempo, se puede controlar y mejorar sin necesidad de cirugía.
Los tratamientos más comunes incluyen:
Fisioterapia específica: ejercicios personalizados para estabilizar y fortalecer la musculatura.
Método Schroth y otras técnicas de reeducación postural.
Uso de corsé ortopédico: en casos moderados, especialmente en adolescentes en crecimiento.
Tratamiento quirúrgico: solo en curvaturas severas (mayores de 45-50°) o cuando hay riesgo para la función pulmonar o nerviosa.
Terapias complementarias: como la osteopatía o la terapia miofascial, que ayudan a reducir la tensión y mejorar la movilidad.
El objetivo principal no es solo corregir la curvatura, sino evitar su progresión, aliviar síntomas y mejorar la función corporal.
La fisioterapia es uno de los pilares más importantes en el tratamiento no quirúrgico de la escoliosis. Mediante una intervención especializada, es posible trabajar sobre el control postural, la movilidad vertebral, la respiración y el equilibrio muscular, con resultados muy positivos tanto en adolescentes como en adultos.
Los beneficios de la fisioterapia en casos de escoliosis son múltiples:
Mejora del alineamiento corporal.
Disminución del dolor muscular y articular.
Aumento de la movilidad y la flexibilidad de la columna.
Reeducación postural y conciencia corporal.
Prevención de la progresión de la curva.
Mejora de la capacidad respiratoria en casos avanzados.
El tratamiento fisioterapéutico es totalmente individualizado y debe comenzar con una valoración detallada, que incluya análisis postural, movilidad, tono muscular y patrones respiratorios. A partir de ahí, se establece un plan de trabajo ajustado a las necesidades y objetivos del paciente.
El tratamiento fisioterapéutico de la escoliosis se basa en un conjunto de ejercicios terapéuticos y técnicas manuales diseñadas para corregir desequilibrios musculares y optimizar la postura.
Entre las técnicas más utilizadas se encuentran:
Ejercicios de elongación axial: para descomprimir la columna.
Estiramientos específicos: de los músculos más acortados por la curvatura.
Fortalecimiento muscular: de la musculatura estabilizadora del tronco.
Trabajo respiratorio: para mejorar la expansión torácica.
Terapia manual y movilización articular.
Reeducación postural global (RPG) y ejercicios basados en el método Schroth.
La constancia es clave: los resultados se construyen a medio y largo plazo, y el compromiso del paciente es fundamental para mantener los avances conseguidos en consulta.
La posibilidad de corregir completamente una escoliosis depende del tipo y grado de curvatura, así como de la edad en que se detecte. En niños y adolescentes en etapa de crecimiento, es más fácil frenar la progresión y lograr una mejora significativa en la alineación.
En adultos, el objetivo principal no es revertir la curvatura, sino mejorar la funcionalidad, reducir el dolor y evitar el avance de la desviación. En este caso, la fisioterapia permite mantener una buena calidad de vida y evitar que la escoliosis afecte a otras estructuras del cuerpo.
Por eso, es tan importante actuar cuanto antes y realizar controles regulares, especialmente en personas con antecedentes familiares o con signos visibles de desviación.
Tener escoliosis no significa renunciar a una vida activa y plena. Con un tratamiento adecuado, es posible mantener una buena movilidad, controlar el dolor y prevenir complicaciones. Muchas personas con esta condición llevan una vida completamente normal, practicando deporte, trabajando y disfrutando de su cuerpo sin limitaciones.
La clave está en conocer el cuerpo, cuidarlo y trabajar con profesionales que entiendan las particularidades de la escoliosis y sepan cómo abordarla desde una mirada integradora.
En Tecum Salud, tratamos la escoliosis desde un enfoque fisioterapéutico especializado, centrado en la valoración postural, el movimiento funcional y la reeducación del cuerpo. Diseñamos tratamientos adaptados a cada paciente, independientemente de su edad o del grado de curvatura.
Aplicamos técnicas como ejercicio terapéutico, terapia manual, estiramientos específicos, respiración funcional y reeducación postural para ayudarte a mejorar tu alineación y tu bienestar general. Nuestro objetivo es que vivas con libertad de movimiento y sin dolor.
Si has sido diagnosticado con escoliosis, o sospechas que puedes tener esta condición, en Tecum Salud podemos acompañarte en tu proceso. Te esperamos en nuestra clínica en Coín (Málaga) o puedes pedir cita a través de nuestra web. Estamos aquí para ayudarte a sentirte mejor, moverte mejor y vivir con equilibrio.